El porteo es una forma de crianza que permite que tanto la mamá como el bebé permanezcan juntos en todo momento, envolviendo sus cuerpos y formando uno solo, potenciando una forma de vida basada en el cariño, la confianza, el respeto y el apego, y respetando el desarrollo del bebé en todos los sentidos. Esta práctica se remonta a culturas y tradiciones muy antiguas, y debido a sus grandes beneficios tanto para el bebé como para el porteador, hoy en día lo seguimos practicando.
Pero para que tanto tú como tu pequeño os sintáis bien y disfrutéis de portear sin ningún problema ni preocupación, es necesario que vuestro portabebé sea ergonómico, ¿ésto qué significa? pues que el portabebé se tiene que adaptar al cuerpo del bebé punto por punto, respetando su fisionomía natural, y básicamente que el niño no debe ir “colgado” como ocurre con muchas mochilas no ergonómicas, sino que debe ir sentado, de forma que la tela que cubre su culete vaya de corva a corva. Hoy en día existen muchas marcas de mochilas portabebés ergonómicas: Boba, Ergobaby, Manduca, Tula… Y por supuesto también contáis con los comodísimos fulares tejido o elástico, bandoleras, mei tais, tongas…que se adaptan totalmente al cuerpo de vuestro bebé.
Una vez comprobéis que vuestro portabebé es ergonómico, solo tenéis que seguir estas sencillas pautas para aseguraros de que lleváis a vuestro peque bien puesto en el portabebé. Poneos frente a un espejo y observad:
☆ Si el niño está “sentado”. Para ello tenéis que mirar si la tela del portabebé le va de corva a corva. Si mirándolo de perfil, su espalda hace forma de “C” y si mirándolo de frente el conjunto de las piernas y el culete forman una “M” (posición ranita).
Y una vez esté todo…ya estáis listos para salir a la calle y disfrutar porteando!!!
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